Ninguna otra prenda expresa el estilo oriental tan sencilla y elegantemente como lo hacen un vestido o una chaqueta tipo kimono. Adornado con mariposas, flores o bambú, estas prendas conforman el matrimonio perfecto entre los diseños modernos y clásicos. La belleza de un diseño inspirado en el kimono puede ser evidenciada en las mangas sueltas y fluidas y los colores atrevidos de los motivos asiáticos, los cuales funcionan perfectamente con la estética de todas las estaciones.
El kimono como se le conoce hoy en día a cambiado muy poco desde el siglo XV japonés. Originalmente inspirados por la moda china, los kimonos tradicionales consisten de un batón de mangas largas, el cual es amarrado por un ancho cinturón llamado “obi”. Tradicionalmente el kimono varía entre suaves y livianos vestidos para el verano, hasta vestidos pesados y densamente ornamentados utilizados para ocasiones especiales. La seda es el material de elección para confeccionar un kimono, aunque algunos modelos modernos son hechos de algodón y fibras sintéticas. El kimono es vestido tradicionalmente de manera tal que las curvas de la figura femenina se minimicen; una apariencia recta y angosta es ideal. El obi puede ser atado en diversas y complicadas formas, por lo cual vestir un kimono puede llegar a ser una tarea difícil para quién no esté propiamente iniciado en este ritual. A pesar de que aparenta ser muy simple, un kimono es realmente un asunto complicado, que consiste de diferentes piezas y capas que deben coordinar de una manera específica para lucir perfectamente.
Japón concluyó su aislamiento cultural del resto del mundo en 1860, permitiendo así el comercio de arte y materiales por vía marítima. Esto inició una gran tendencia en el mundo occidental, ya que gente de todas partes del hemisferio se moría por tomar posesión de objetos japoneses. El arte inspirado por el diseño japonés estaba en todas partes, desde las pinturas de Claude Monet y Vincent Van Gogh hasta la arquitectura de Frank Lloyd Wright. Grandes audiencias fueron entretenidas con operas como El Mikado de Gilbert y Sullivan ó Madama Butterfly de Puccini.
Esta obsesión pronto encontraría su propio espacio en la vestimenta. Los vestidos tipo kimono han influenciado la moda occidental desde comienzos del siglo XX, cuando los diseñadores de moda decidieron adoptar sus líneas rectas y audaces impresos. Paul Poiret se hizo famoso por liberar a la mujer de las ataduras del corsé con sus diseños, tales como su famoso abrigo tipo kimono. Charles Worth, Jeanne Lanvin y Coco Chanel fueron a su vez también celebres por hacer uso del kimono en sus diseños. El kimono fue un cambio liberador en la moda con su entallaje suelto y su simple elegancia.
El look exótico del kimono ha persistido a través de los años. Hoy en día una chaqueta tipo kimono puede complementar y proporcionarle elegancia a un conjunto que de otra manera se vería demasiado casual y añadir además un toque de color muy atractivo a la vista. La tela puede ser opaca o transparente, dura o fluida. Si se viste suelto, un pequeño batón tipo kimono puede añadirle a tu atuendo una sensación de espontaneidad y naturalidad. Vestido con un cinturón puede enfatizar una cintura delgada. El vestido kimono es un look que cautiva miradas y es garantizado que sobresaldrá en cualquier evento en el que se le vista. Como prenda de estar en casa, el kimono proporciona una inigualable comodidad y lujo. Para la moda occidental, el mayor atractivo del kimono es su versatilidad, lo cual permite que esta prenda se vea hermosa en una gran variedad de looks y niveles de formalidad. Considerando sus múltiples formas en la cultura japonesa tradicional, no es una sorpresa que el estilo del kimono sea tan intemporal y adaptable.
Originally posted 2011-11-15 16:33:47.