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15 errores que estás cometiendo al lavarte la cara

Tenemos más que interiorizada la rutina de limpieza facial, todos sabemos que debemos hacerlo y de hecho la hemos venido haciendo durante toda nuestra vida.

Pero la realidad es que, aunque después de tanto tiempo la hagamos casi sin pensar, el hecho de lavarnos la cara no es tan sencillo, o quizás sí, pero hay que tener claras varias cosas.

Aunque pensemos que ya no cometemos errores al realizar la limpieza, estoy segura que a veces se nos pasan detalles que a la larga suponen grandes problemas. Por lo tanto en este artículo he decidido que hablemos sobre los errores más comunes la lavar nuestro rostro.

Una vez que veamos cuales son, vamos a intentar no tropezar nunca más con ellos y solo así podremos realizar una limpieza correcta y conseguir una piel impoluta a la vez que sana.

Antes de empezar me gustaría dejaros por aquí un artículo donde encontraréis una lista completa con los mejores limpiadores del mercado, para que así siempre tengáis a mano toda esta información: Mejores limpiadores faciales.

Errores al lavarte la cara

Lavarse la cara a diario es fundamental

Como hecho dicho en la introducción del artículo, hoy en día tenemos tan interiorizado el hecho de que debemos lavar nuestro rostro cada día, que lo hacemos casi de manera innata, nos sale solo siempre que nos levantamos, pero ¿lo estamos haciendo bien?

Lo primero que debemos pensar es en la frecuencia, ¿estamos lavando nuestro rostro las veces que necesita?. Os diré que la frecuencia ideal o recomendada para lavar nuestro cutis es de dos veces al día todos los días de la semana, normalmente se reparte en la mañana y en la noche para que así podamos eliminar al levantarnos las células muertas, el sudor y todo lo que queda en nuestro rostro después de la regeneración y además también eliminemos antes de irnos a la cama el posible maquillaje y toda la suciedad acumulada durante el día.

Solo así podremos gozar de una buena higiene en nuestra piel, de otra manera si solo lo hacemos una vez estamos dejando el proceso incompleto y al contrario, si la lavamos más de dos veces al día podemos hacernos daño e irritar la piel.

De todas formas me gustaría dejaros por aquí un artículo donde os explico este tema con todo detalle, para que podáis hacerlo con total seguridad: ¿Por qué es importante lavarse la cara dos veces al día?

Por otro lado esta la forma en la que lo hacemos, porque aunque todos hayamos pensado alguna vez que lavar nuestro rostro es salpicarnos con abundante agua y un jabón, la realidad es que la limpieza correcta es mucho más que eso. Seguro que habéis escuchado hablar sobre la técnica más completa de hoy en día en cuanto a limpieza facial, la doble limpieza, que lejos de ser normal es la más profesional.

Consta de usar dos tipos de productos diferentes en una misma rutina para limpiar nuestro rostro, aunque no sirve cualquier cosmético, debemos seguir unas pautas, pero os aseguro que en cuanto la probéis si aún no lo habéis hecho, os vais a quedar con la boca abierta, os dejo información sobre ella por aquí: Doble limpieza.

Ahora que hemos hablado de lo que todos sabíamos, la gran importancia de lavar nuestro rostro cada día, de manera correcta y con la frecuencia ideal, es el momento de ver aquellos errores que solemos cometer por muy pequeños que sean pero que a la larga hacen una gran diferencia. Estoy segura que alguno de ellos los cometéis sin daros cuenta, pensando que lo hacéis bien, siendo todo lo contrario.

Pero no os preocupéis que todos nos equivocamos, lo importante es saber rectificar y empezar siempre de nuevo, para hacerlo cada vez mejor. Ahora sí, estad atentos a los errores más comunes a la hora de lavar nuestro rostro.

15 errores más comunes al lavar nuestro rostro

Como ya sabéis, hay ciertos errores que cometemos al lavar nuestra cara, y para ello vamos a hablar aquí de ellos, además os diré como podéis evitarlos, veréis como es sencillo y en cuanto lo corrijáis dos veces, os saldrá de manera innata.

La piel tiene sus propias necesidades y una de ellas es sin duda la limpieza facial, si queréis saber más sobre ello os dejo toda la información por aquí: Necesidades básicas del cuidado de la piel.

  • No lavarnos las manos previamente

Seguramente tengamos más que asimilado que lavarnos las manos cada dos por tres durante el día es esencial, siempre que llegamos de la calle, antes de comer, después de hacer ejercicio, siempre que tocamos algo fuera de casa, etc. Todo ello debido a que en las manos, al estar en constante contacto con cualquier superficie u objeto se acumulan cientos de bacterias y partículas de infección y si luego ponemos la mano en la cara, cerca de los ojos o la boca estaremos absorbiendo todo eso, llegando incluso a enfermar.

Pero es cierto que uno de los errores más cometidos en el mundo del cuidado facial y más concretamente en la limpieza, olvidamos constantemente lavar nuestras manos antes de ponernos a limpiar nuestra cara. Algunas personas quizá hasta desconozcan que debemos hacerlo, puesto que al pensar en tocar el agua y limpiar el rostro podemos caer en el erróneo pensamiento de que a la misma vez nuestras manos estarán limpias, pero es un error.

Por lo tanto, recordad que siempre debemos lavar nuestras manos antes de empezar cualquier proceso de cuidado facial, sobre todo si de la limpieza se trata.

  • Usar limpiadores facial no acordes a nuestro tipo de piel

Como sabéis los limpiadores son fundamentales para una correcta limpieza de nuestro rostro, no solo es cuestión de poner agua y jabón en nuestra cara, sino que es necesario un limpiador mucho más profesional, pero siempre y cuando este sea el correcto para nuestras necesidades.

En muchas ocasiones veremos limpiadores aptos para todos los tipos de dermis, pero además también veremos aquellos que son más específicos para cada uno de los tipos, por lo tanto siempre debemos saber elegir cual es el mejor para nosotros.

Si por el contrario, usamos un limpiador que no sea el adecuado para nosotros, podremos sufrir problemas en la piel, como por ejemplo un desequilibrio en el pH, lo que supondrá en numerosos casos, irritaciones, sequedad, rojeces, exceso de grasa y numerosas patologías más. Por lo tanto es imprescindible que nos fijemos si realmente ese limpiador que vamos a comprar es el ideal para tratar con nuestra piel.

Para ello lo primero que debemos hacer es conocer nuestra dermis completamente, zona a zona, una vez que lo hayamos hecho estaremos preparados para elegir nuestro limpiador definitivo.

En cuanto a géneros no hay grandes diferencias en la piel, pero aún así podemos encontrar limpiadores específicos para hombres y mujeres, por lo tanto si eres un hombre y quieres saber cuales son los mejores para usar en tu rostro, este artículo cuenta con una lista completa de los mejores del mercado: Mejores limpiadores faciales para hombres.

  • No usar los limpiadores correctamente

Muchas veces compramos un limpiador con la ilusión de que nos beneficie enormemente en nuestro rostro y nos cambie la piel por completo, además nos hemos pasado un buen rato eligiendo el mejor para nosotros, el más adecuado a nuestro tipo de piel, el que está fabricado a base de ingredientes naturales y respetuosos con la dermis, es decir, ese que es perfecto para nosotros.

Pero sin embargo, lo ponemos en el rostro día tras día y no vemos grandes diferencias, limpia nuestra piel pero sigue teniendo carencias al respecto, entonces nos agobiamos y tiramos la toalla, pero la realidad es que el problema es mucho más fácil de solucionar de lo que imaginamos, tan solo debemos aprender a usarlo de manera correcta.

Aunque a veces pensemos que lo hacemos bien, lo más recomendable es asegurarnos de que no nos saltamos ningún paso, para ello os aconsejo que analicéis muy bien el producto y la forma de uso que aconseja el fabricante, solo así podremos gozar de todo lo que nos promete.

  • Temperatura inadecuada del agua

En invierno, el agua que usamos para limpiar nuestro rostro la ponemos caliente, así evitamos pasar frío durante el proceso, mientras que en verano el agua la ponemos fría para refrescarnos y evitar el calor.

La realidad es que esto es otro de los fallos que solemos cometer con mucha frecuencia, ya que el ser tan radicales con la temperatura del agua hace que nuestra piel sufra problemas como sequedad, alteración del pH, irritaciones, etc.

Por lo tanto el agua que usemos para limpiar el rostro siempre debe ser tibia, con una temperatura agradable, ni muy fría ni muy caliente, independientemente de la estación en la que estemos.

  • El uso de toallitas de baño

Estoy segura que muchas veces hemos caído en la tentación de usar toallitas normales de baño para limpiar nuestro rostro, y aunque hayan sido pocas veces, es importante que sepamos que estas toallitas normalmente están repletas de alcoholes, perfumes y otras sustancias que resultan realmente dañinas para nuestra piel.

Además, no son nada efectivas en la retirada del maquillaje o la suciedad, es decir, si ya las toallitas específicas para limpiar la piel no son efectivas ni la mejor opción, las normales lo son menos aún. Sobre todo para eliminar productos waterproof, que sin imposible de quitar en su totalidad a base de toallitas.

Aunque es cierto que alguna vez no importa si usamos toallitas de bebés para limpiar nuestro rostro, como algo puntual, ya que es mejor limpiar con ella que no limpiar el rostro, pero eso sí, debemos asegurarnos antes que están completamente libres de alcoholes y otras sustancias.

  • A veces lavamos nuestra cara mientras nos duchamos

De nuevo es otro de los errores más comunes, seguro que muchas veces habéis llegado a casa y en vez de limpiar vuestro rostro en el lavabo con los pasos correctos, habéis pensado en ducharos y así mientras también podéis lavar vuestro cutis.

Es algo completamente normal, ya que a todos nos ha pasado alguna vez, pero lo cierto es que no es lo más correcto, ya que seguramente el agua que caiga del grifo en la ducha esté muy caliente y por lo tanto como ya hemos visto no es lo más ideal, ya que estaremos eliminando también el aceite natural de nuestra dermis.

Además no solo eso sino que luego toda la suciedad que hay en el cabello va cayendo sobre la cara y de nuevo va ensuciando y obstruyendo los poros, por lo que la limpieza nunca será completa.

Por lo tanto es hora de cambiar esto y una vez que salgamos de la ducha, lavar nuestro rostro en el lavabo con los pasos correctos.

  • Exfoliar la piel con mucha frecuencia

La exfoliación de la piel es imprescindible para que la limpieza del rostro sea mucho más profunda y profesional, ya que los limpiadores son geniales pero la mayoría de las veces no penetran hasta lo más profunda de la piel, por lo que es necesaria la exfoliación.

Mediante una textura granulosa, normalmente es como funciona un exfoliante, arrastrando y retirando toda la suciedad más acumulada en nuestro cutis, por lo que efectivamente podríamos llamarla como una limpieza más profesional.

Pero la realidad es que la exfoliación como todos los productos tiene su propia frecuencia de uso, y lejos de los limpiadores y cosméticos diarios, ésta debe realizarse tan solo una vez a la semana (dos veces si nuestra piel es demasiado grasa)

Si abusamos de su uso y lo llevamos a cabo más veces de las indicadas podemos dañar la piel enormemente, principalmente porque irritamos la dermis, así como otros problemas mayores. Por lo tanto es importante que tengamos claro que exfoliar nuestra piel en exceso es contraproducente y lejos de conseguir resultados buenos, estaremos estropeando la dermis.

Abusar de la exfoliación

  • Uso frecuente de las toallitas desmaquillantes

Ya hemos hablado un poco de ella en el apartado anterior de las toallitas normales, pero es importante de dedicarle un apartado exclusivamente a ellas.

Las toallitas desmaquillantes tuvieron un enorme auge y fueron una revolución en su origen, pero la realidad es que después de tanto tiempo se ha descubierto que no son el producto más eficaz en cuanto a retirar la suciedad o el maquillaje de nuestra piel. Por lo tanto es imprescindible que tengamos esto claro siempre que vayamos a adquirir alguna.

Es normal que tengamos un paquete en casa, porque realmente es un producto que todos debemos tener en casa, que no sean las más efectivas no es sinónimo de que tengamos que evitarlas a toda costa.

Su uso debe limitarse a aquellos momentos en los que realmente no tenemos opción de realizar nuestra rutina diaria con los productos habituales, es decir, cuando no tenemos tiempo, tenemos mucha prisa o estamos de viaje y no queremos estar esos días pasando el tiempo en el baño desmaquillando y limpiando nuestra piel, porque sí, la realidad es que nos salva de muchas ocasiones.

Por lo tanto debemos saber que no podemos abusar de su uso y en ningún caso deben ser el limpiador de uso diario, pero no pasa nada si de forma puntual hacemos uso de ellas. Eso sí, como una alternativa, más sana y efectiva e igual de cómoda y rápida es el agua micelar, podemos llevarla en el bolso y usarla siempre que queramos, ya que nos llevará el mismo tiempo que una toallita.

  • Lavar la cara con agua y jabón solamente

Como sabéis, antiguamente siempre ha sido así, el agua y el jabón han sido siempre los fieles aliados de la limpieza facial, pero como todo en el mundo vamos investigando y descubriendo cosas sobre las rutinas estipuladas y por lo tanto hemos llegado a la conclusión que el agua con jabón solamente no son capaces de retirar toda la suciedad de nuestra piel.

Aún así, debemos destacar que los jabones de hoy en día no se parecen ni lo más mínimo a los que usaban, por ejemplo, nuestras abuelas. Hoy en día los jabones no tiene un pH equilibrado y la mayoría de ellos son tan industriales que llevan alcohol o cualquier otra sustancia que no son recomendadas para nuestra piel.

Por lo tanto es importante que nos quede claro que en lugar de usar agua y jabón debemos usar siempre un limpiador a base de ingredientes respetuosos que además de realizar una limpieza mucho más profunda y profesional, trate a nuestra piel con delicadez y suavidad.

  • Lavar nuestro rostro con mucha frecuencia

Muchas veces, sobre todo las personas con la piel más grasa o mixta se obsesión con la limpieza facial, por el hecho de no querer ver en su cara tantos brillos, exceso de sebo, acné y esa constante sensación de untuosidad tan desagradable.

Entonces solemos caer en el error de lavar nuestro rostro mucho más de lo que debemos y en de dos veces al día, hacerlo cuatro o incluso cinco veces, pensando que así eliminaremos los brillos de la piel y tendremos un rostro más sano. Pero sin embargo nos damos cuenta que siempre que queremos eliminar esas imperfecciones acabamos con las mismas o incluso con un incremento de estas, adoptando nuestro rostro un aspecto incluso más grasiento.

Todo ello es debido a que, lavar nuestra cara de forma excesiva es contraproducente, ya que la piel tiende a cubrir siempre la dermis de aceites para protegerla de los factores externos, por lo que cuanto más la limpiemos más producirá y así constantemente.

Por lo tanto recordad que lavar nuestro rostro de forma excesiva no es la solución, debemos llevar a cabo la limpieza dos veces al día, siendo esta la frecuencia ideal.

  • El ritmo de vida acelerado

Como todos sabréis porque realmente es algo que sufrimos todos, el estrés, la falta de tiempo y las prisas se han adueñado de nuestros días y es prácticamente imposible encontrar un momento para nosotros.

Pero a pesar de ellos todos queremos disfrutar de una dermis radiante y maravillosa, aunque a penas podamos sacar tiempo para dedicar a ello. Pensamos que con lavar el rostro de forma rápida y poner los cosméticos más famosos de forma ligera es suficiente para conseguir eso que deseamos, pero no, no es así.

La realidad es que la piel, como cualquier otro factor necesita tiempo para ser cuidada, adaptarse y cambiar, solo así veremos los resultados, por lo tanto ha llegado el momento de parar, hacer una pausa en nuestro días tan agotadores y pensar en que la piel necesita de nuestra atención y como todo necesita tiempo.

Os aconsejo que elijáis un día y os dediquéis a conocer, cuidar y mimar vuestra piel, las sensaciones son realmente maravillosas y los resultados muy sorprendentes. Fomentad al máximo los masajes faciales a la hora de aplicar los productos.

  • Dejar restos de maquillaje

Cuando nos maquillamos es algo que nos encanta, darle color a nuestro rostro y sentirnos cada vez más guapos y atractivos es algo incomparable, pero hay algo muy importante que hay que saber al respecto.

Eliminar todo ese maquillaje luego es fundamental, porque sí, estamos muy atractivos y guapos pero por muy saludable y respetuoso que sea el maquillaje, siempre supone una obstrucción de los poros de la piel.

Cuando adquirimos desmaquillantes siempre debemos fijarnos en que además de ser efectivos en la eliminación del maquillaje, debemos elegir una lo suficientemente fuerte (aunque respetuoso con la piel) para que sea capaz de eliminar incluso aquellas sustancias que se adhieren más a la dermis.

Uno de los errores más grandes es desmaquillar el rostro y dejar en él restos de maquillaje que aunque invisibles a los ojos, están ahí. Por lo tanto debemos elegir siempre un producto que sea capaz de arrastrarlo todo.

Eliminar correctamente el maquillaje

  • No usar otros cosméticos después del limpiador

Este es un fallo realmente importante, muchas personas usan un limpiador y al terminar, ya sea por falta de información, de tiempo o porque tenemos muchas prisas, empezamos a maquillar directamente en él o si nos vamos a quedar en casa, dejamos la rutina ahí, después del limpiador.

La realidad es que para que sea un proceso mucho más completo y satisfactorio debemos hacer uso de sueros, humectantes u otros productos que nos ofrezcan más nutrientes y propiedad, para además de limpia dejar la piel preparada y completamente renovada.

  • No usar para finalizar una crema hidratante

La crema hidratante es realmente de lo más importante a la hora de cuidar de nuestra piel y aunque todos los productos que usemos para limpiar nuestro rostro sean respetuosos y sanos para el trato con nuestra dermis, la limpieza de la piel siempre supone un impacto para ésta.

Es por esta razón por la cual nunca debemos terminar ningún proceso de limpieza (ni ningún otro) sin dotar a nuestra dermis de la cantidad suficiente de hidratación, para ello podéis usar cremas que hagáis en casa a base de ingredientes naturales o incluso aquella que usáis con frecuencia, pero como siempre debéis fijaros que sea adecuada para tratar con nuestra piel.

Si os interesa el mundo de la cosmética casera os dejo por aquí recetas de como hacer un limpiador en casa: ¿Cómo hacer un limpiador facial casero?, además también tengo otro artículo donde se explica con detalle las cinco formas de lavarte la cara de manera natural, si os interesa y el gusta el mundo de la cosmética natural os aconsejo que le echéis un vistazo: 5 formas naturales de limpiarte la cara.

  • Usar la toalla de secado de forma brusca

Por último, os voy a hablar de otro de los grandes errores, el momento de secar nuestro rostro y por lo tanto el momento en el que usamos la toalla para ello.

En algunas ocasiones solemos ser más brutos de la cuenta y lo que hacemos para ello es frotar la piel con la toalla de lado a lado y de arriba hacía abajo, dañando enormemente la salud de nuestra dermis.

La piel hay que tratarla con delicadeza, suavidad y cariño, por lo tanto para secar el rostro debemos elegir un toalla limpia y suave y usarla de forma que demos especie de toques para secar el rostro. Por lo tanto dejad de ser brutos con vuestra piel y empezad a tratarla con delicadeza y mimo.

Hasta aquí hemos llegado con los errores más comunes a la hora de limpiar nuestro rostro, espero que os haya servido de ayuda y que a partir de ahora no cometamos nunca más ninguno de estos errores, os aseguro que vuestra piel os lo agradecerá.

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