Con el paso del tiempo el colágeno y la elastina comienza a descomponerse bajo las capas de la piel, en especial del rostro y surgen las arrugas. Lo más común es comenzar a perder la grasa subcutánea, lo cual genera un aspecto demacrado, hueco y esquelético incluso.
Los injertos de grasa logran restablecer la piel y rejuvenecerla, con la ventaja que este procedimiento no implica eliminar la piel, ni estirarla con el riesgo de obtener un aspecto poco natural. El uso de materiales propios para rellenas tejidos de una parte del cuerpo trasladándola a otro no es algo nuevo y se ha utilizado ampliamente en el tratamiento de muchas condiciones o defectos graves, debido a enfermedad, trauma o defecto de nacimiento. Si bien los injertos de grasa y otros tipos de injertos todavía no son perfectos, hay un largo camino por recorrer.
Los cirujanos trabajan para ir mejorando la estética a través de injertos de grasa facial. Cada vez, el tratamiento es más fiable y conveniente, porque la mayoría de los pacientes tiene suficiente tejido adiposo para utilizar en procedimientos faciales.
El injerto de grasa es llamado también rejuvenecimiento facial de grasa, transferencia de grasa, injertos de grasa, micro lipo inyección y inyecciones de grasa. Para hacer todo más simple, le llamaremos injerto de grasa.
En injerto de grasa es el proceso de tomar pequeñas cantidades de grasa de una parte del cuerpo y reimplantarla en otro lugar, donde sea necesario. La grasa extraída puede implantarse en los labios, los pliegues nasolabiales, debajo de los ojos, las mejillas y otras partes del rostro y el cuerpo. Este procedimiento es mínimamente invasivo y puede ayudar a corregir cicatrices como las que produce el acné.
Entre las ventajas que tienen las inyecciones de grasa, es que se sienten suaves y naturales, y no causan problemas de inmunodeficiencia. La principal desventaja es que el cuerpo la reabsorbe con el pasar del tiempo, aunque esto depende de la forma en que se haya retirado la grasa, y del tipo de grasa que se trate.
Para ser una buena candidata a injerto de grasa, hay que tener buena salud, o tener enfermedades preexistentes y tener expectativas realistas del procedimiento. Si se cree que un injerto va a cambiar la vida, entonces las expectativas no son realistas.
Para someterse a un procedimiento cosmético, hay que ser mental y emocionalmente estables. El sitio que recibe la grasa debe tener buena circulación sanguínea y capilares grandes, de modo que las células se nutran más fácilmente con su propia sangre.
La mayoría de los injertos requiere de anestesia local. Antes del tratamiento hay que evitar algunos medicamentos, como el Ibuprofeno y la Aspirina.
La grasa para reimplante no se puede utilizar tal cual se saca, sino que debe ser centrifugada luego de ser extraída y ahí recién puede ser implantada en la paciente.
Los riesgos de este procedimiento es casi el mismo que el que tiene cualquier otro de esta naturaleza, es decir, puede haber infecciones, o rechazo a la anestesia. También puede ser que exista un resultado asimétrico y hematomas permanentes. Un accidente menos común y bastante grave es la embolia de grasa, donde lo inyectado de grasa entra al torrente sanguíneo y genera accidentes cardiovasculares o incluso ataques cardiacos.
Hay que tener cuidado siempre, porque dependerá de la destreza del cirujano tener buenos resultados ya que es posible que la grasa quede hasta mal colocada. Así que por más sencillo que suene el tema de los injertos propios, hay que considerar que es proceso antinatural y en el cual intervienen muchos factores que no tenemos bajo control, por lo tanto, tiene sus riesgos. Los costos de estos injertos bordean los USD 1.000 cuando se trata de algún injerto facial.