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¿Por qué es importante lavarse la cara dos veces al día?

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La limpieza facial es el punto fuerte de toda belleza deseada, aunque a veces se nos olvide o se nos pase, por cansancio, pereza o cientos de circunstancias.

Muchas veces vemos a personas con el rostro perfecto, liso, suave, claro, sedoso, lleno de luz e inconscientemente deseamos con todas nuestras fuerzas tener nosotros esa piel.

Pero la mayoría de las veces volvemos a la realidad y pensamos que esa persona tiene mucha suerte por tener una piel tan bonita o que esa persona tiene mucho dinero para costearse tratamientos caros.

Pero la gran realidad es que, la base esencial para conseguir eso es mucho más simple de lo que solemos imaginar, todo reside en la limpieza, un cutis limpio es sinónimo de sano, independientemente de los cosméticos que use luego para tratarlo.

Por este motivo vamos a hablar en este artículo sobre la importancia que tiene lavar nuestra cara dos veces al día, porque sí, esa es la frecuencia ideal pero para descubrir más sobre ello hay que seguir leyendo.

Pero antes de empezar me gustaría dejaros por aquí un artículo con los mejores limpiadores del mercado, para que así podáis recurrir siempre que queráis a esta lista para adquirir el vuestro ideal: Mejores limpiadores faciales.

Importancia de lavar la cara

La limpieza facial, la base de toda belleza

Como hemos dicho, la belleza es un deseo que todos queremos alcanzar y hacerlo realidad, porque todo el mundo quiere lucir un rostro de ensueño, una piel como esas que vemos en la tele anunciando productos cosméticos, y una luz que irradie por donde vayamos pasando.

Tendemos a pensar inconscientemente que para conseguir eso hay dos cosas, o nacer con mucha suerte y contar con una piel maravillosa o tener tanto dinero que no nos cueste en absoluto pagar el tratamiento de belleza más caro del mundo. Es entonces cuando tiramos la toalla y no  vemos más allá, nos conformamos con que nunca tendremos esa dermis que tanto deseamos.

Pero sin embargo hay algo que debéis saber y que os aseguro, os cambiará la vida. Seguro que os sorprende si os digo que nada de eso que hemos nombrado anteriormente es sinónimo de tener una piel radiante (aunque claro que cuentan).

La verdadera base de la belleza es nada más y nada menos que la limpieza facial, y sí sé que os habréis quedado con la boca abierta y que aún no me creeréis, pero realmente la limpieza es esencial y el primer paso que debemos cumplir. Algo que si somos sinceros con nosotros mismos, se nos olvida muy a menudo.

¿Os acordáis de todas esas veces que habéis llegado a casa con el rostro maquillado y lleno de impurezas después de estar todo el día en la calle, en el trabajo, en la escuela, etc y al llegar a casa, por pereza y cansancio habéis dicho «mejor me lavo la cara mañana»?

Todas esas veces, que a todos nos ha pasado, hemos estado interfiriendo en la naturaleza de nuestra dermis, no la hemos dejado limpia  para que ella se pudiera regenerar y renovar y por lo tanto, los resultados son los que siempre hemos obtenido.

No vemos cambios por muchos productos que usemos, pero ahora comprenderéis que el problema no era de los productos, sino de nosotros mismos.

No pasa nada si os ha pasado esto muchas veces, os aseguro que ha todos nos ha pasado alguna vez, la falta de información pasa factura y la piel lo sufre cada día. Pero por esta razón estamos hoy aquí, para cambiar y conseguir todo aquello que siempre hemos soñado, cuidando y mimando a nuestra piel.

Antes de seguir me gustaría hablaros de la técnica que está en pleno auge y que da unos resultados maravillosos, mucho más profesionales y profundos, la doble limpieza facial. Si os interesa saber más cosas sobre ella, os dejo por aquí un artículo con toda la información: Doble limpieza facial.

La nueva rutina

Como os acabo de decir, la razón por la que yo estoy escribiendo esto y vosotros lo estáis leyendo, es porque nos importa nuestra piel, la salud de esta y por supuesto su estado, todos vamos a luchar por conseguir la piel que siempre hemos querido y que pensábamos que era imposible conseguir.

¿Cuál es la forma de cambiar?, muy sencillo, adquiriendo una nueva y esencial rutina diaria. Dicho así suena a que será un engorro, que tendremos que estar de por vida perdiendo nuestro tiempo cada día para cuidar de nuestro rostro, pero no es así.

Os aseguro que si dejamos de mirar las rutinas de belleza como algo obligatorio y engorroso y empezamos a verlas más como un momento que nos vamos a dedicar a nosotros mismos, para nuestro cuidado y la salud de nuestra piel, todo el proceso será mucho más liviano y además lo disfrutaremos tanto que a parte de ver resultados más positivos a la hora de los cambios en la piel, también vamos a conseguir relajarnos interiormente y notaremos un estado de paz en el que podremos estar en completa armonía con nosotros mismos.

Os garantizo que esa sensación es inigualable, y espléndida, por lo tanto no os la perdáis, si de todas formas tenemos que cuidar de nuestra piel y realizar la rutina diaria, ¿por qué no lo hacemos de la mejor manera posible?, cambiad los pensamientos y empezad a disfrutar.

Dicho esto y en definitiva quiero deciros que para cambiar y conseguir el rostro que siempre hemos estado deseando lo necesario es adoptar una nueva rutina, ahora os hablaré de ella.

Pero antes de nada debéis saber que necesidades tiene vuestra piel, porque como sabréis todas las pieles no son iguales, y por lo tanto no todo el mundo necesita lo mismo. Si no tenéis muy claro este tema os voy a dejar por aquí un artículo donde podréis encontrar toda la información que necesitáis: Necesidades básicas del cuidado de la piel.

La nueva rutina de limpieza facial

La frecuencia perfecta: Limpiar el rostro dos veces al día

Seguro que esto lo habréis oído de pasada muchas veces, porque aunque parezca algo muy sencillo de comprender, la realidad es que hay mucha confusión al respecto, las personas no tienen muy claro cual es la frecuencia ideal para lavar nuestro rostro al día sin quedarse cortos ni pasarse.

Es por esto que era muy necesario dedicar un artículo a hablar de este tema tan importante, sencillo y olvidado a la vez. Digo olvidado porque si nos paramos a pensar, ¿cuántas veces hemos hablado concretamente de este tema?, sin embargo si que le dedicamos conversaciones largas a cosméticos como el maquillaje, las cremas, los sérums, etc, pero ¿a la limpieza facial?. Es por esto que ha llegado el momento de darle su importancia (que la tiene, y mucha).

La frecuencia ideal para limpiar nuestra cara es de dos veces al día, nada de una que sería quedarnos cortos ni nada de más de tres veces que sería pasarnos y hacerle daño a nuestra piel. Lo ideal son dos veces al día, repartidas principalmente en la mañana y en la noche.

La limpieza de la mañana es esencial porque durante la noche nuestra piel se regenera, es decir realiza un proceso por el cual las células muertas se desprenden de la piel y salen al exterior a través de los poros, dando lugar a otras nuevas. Por esta razón debemos lavar nuestra piel, para eliminar las células muertas que han quedado que la superficie de la dermis, la grasa que desprendemos, el sudor, etc.

Y por otro lado, la limpieza en la noche antes de irnos a la cama es fundamental, ya que, durante el día seguramente hayamos estado maquillados para ir al trabajo, a la escuela, a dar un paseo o a irnos de compras, además también tendremos cientos de partículas de impurezas en nuestra piel, adquiridas del ambiente de todo el día, por lo que si nos vamos a la cama sin lavar nuestro rostro nos estaremos yendo con toda esa suciedad y por lo tanto el proceso de regeneración sería imposible de realizar. Por esta razón debemos limpiar exhaustivamente nuestra dermis antes de irnos a la cama.

Estos son los dos momentos del día en los que se recomiendan realizar las limpiezas faciales, ya que son momentos cruciales a la hora del cuidado de la piel, pero sin embargo hay una excepción.

La excepción es el deporte, claro está que si realizamos deporte durante el día, no vamos a dejar la piel llena de sudor, entonces es cuando debemos realizar tres limpiezas faciales. Una en la mañana, una después del ejercicio físico y la última en la noche.

Con esta rutina vais a notar como vuestro rostro cambiará de la noche a la mañana, porque un rostro limpio acepta mucho mejor cualquier cosmético que queramos ponerle luego y además de eso siempre se mantendrá lleno de luz y con una sensación de frescor muy reconfortante.

Aún así, todavía hay varias preguntas muy comunes que vamos a responder, para que así no tengáis ninguna duda al respecto.

Muchas veces cometemos errores que ni sabemos, es decir, pensamos que lo estamos haciendo bien pero en realidad nos estamos equivocando, aunque solo sea en detalle pequeños pero que a la larga hacen una gran diferencia a la hora de ofrecer resultados, si no tenéis muy claro si cometéis algún error, este artículo lo explicará todo: 15 errores que estás cometiendo al lavarte la cara.

¿Si no estamos maquillados hay que usar un limpiador?

Esta pregunta es muy común, porque lo cierto es que estamos acostumbrados a por la mañana lavar nuestro rostro con agua y listo, porque claro no estamos maquillados (ya lo eliminamos en la limpieza de la noche anterior) y por lo tanto no tenemos mucha suciedad en la cara, es por esto por lo que tendemos a pensar que una limpieza con abundante agua es suficiente.

La realidad es que el agua es esencial sí, pero no es suficiente para retirar todo lo que (aunque invisible) se acumula en nuestra cara, por lo que es indispensable que aunque no haya en nuestro cutis ni un rastro de maquillaje, realicemos la rutina de limpiar el rostro de forma profunda las dos veces al día.

Solo así podremos decir que tenemos una piel realmente limpia y preparada, por lo que poco a poco iremos viendo los grandes cambios.

Piensa que es esencial, olvídate de la pereza

Otro de los riesgos que corremos con respecto a la limpieza y del que ya hemos hablado un poco más arriba es la temida pereza o cansancio. Cuando llegamos a casa cansados de un día largo y agotador lo único que queremos en sentarnos a descansar o directamente irnos a la cama y en esos momentos la limpieza del rostro es lo de menos. Es así, porque todos lo hemos sufrido alguna vez.

Pero creedme que todo es cuestión de perspectiva y puntos de vista, porque la realidad es que limpiar nuestro rostro nos lleva cinco minutos y ¿qué son cinco minutos?, nos pasamos más tiempo pensando en hacerlo que si nos dispusiésemos a hacerlo directamente.

Además, os aseguro que cuando cambias el pensamiento, cuando empiezas a ver ese momentito como un ratito para dedicárnoslo a vosotros mismos, disfrutáis enormemente, relajándoos mediante masajes faciales, aromas y paz interior.

Por lo tanto, olvidaros de la pereza que supone y solo pensad en que es realmente importante que lo hagamos para la salud de nuestra piel, veréis como dentro de unos día, empezáis a ver esa rutina como algo necesario y si por cualquier motivo algún día no la realizáis os sentiréis raros.

El ejercicio físico y la tercera limpieza

Como ya hemos nombrado también de pasada antes, el ejercicio físico es importante y debemos practicarlo con asiduidad y es por esto mismo por lo que vuelve a haber una duda común.

Se dice por todos lados que debemos lavar nuestro rostro dos veces al día, que si lo hacemos más podríamos dañar la piel y conseguir justo lo contrario a lo que estamos buscando, pero ¿qué pasa si hago ejercicio?

Si realizamos algún deporte durante el día es obvio que necesitamos lavar nuestro rostro, y aunque quizás no nos esmeremos tanto, porque simplemente tenemos que quitar el sudor y en la noche lo vamos a repetir de forma más profesional y profunda, es necesario que lo hagamos.

No pasa nada si lavamos nuestro rostro tres veces al día debido a haber practicado deporte, no vamos a dañar a la piel si lo hacemos, pero el día que no hagamos deporte es suficiente con realizarla dos veces al día.

Así que recordad, si hacéis deporte es necesario que realicéis la limpieza tres veces al día, si no hacemos ejercicio, debemos realizarla tan solo dos veces siendo esta frecuencia la más óptima.

Dudas frecuentes

El género masculino y la limpieza facial

Con respecto a este tema hay mucha desinformación, porque estoy segura que hay muchos hombres que al buscar sobre el tema de la limpieza facial tan solo encuentran expresiones, palabras y frases dirigidas al género femenino, cuando realmente esto es una cosa de todos.

Tanto hombre como mujeres tienen la misma necesidad a la hora de limpiar su rostro, y aunque es cierto que hace unos años los hombres eran realmente reacios al tema de la cosmética y el cuidado facial, hoy en día afortunadamente han comprendido que es completamente necesario para poder gozar de una buena salud dérmica.

Por lo tanto, es completamente necesario que la información que demos siempre sea de forma global para toda la población y es importante que los hombres comprendan que efectivamente su piel también necesita cuidados y que la frecuencia de limpieza facial es idéntica a la nombrada en este artículo, dos veces al día y si hacemos deporte tres.

Ahora bien, con respecto a los cosméticos hay algunas diferencias por géneros (aunque normalmente son tema de marketing y ventas) es cierto que la piel del hombre es un poco más gruesa por el tema del vello facial y es por eso que es importante conocer bien el producto que vamos a elegir, para ello os voy a dejar por aquí un artículo donde se explica con detalle los mejores limpiadores para hombres del mercado: Mejores limpiadores faciales para hombres.

Limpiador facial casero, ¿es igual de efectivo?

Este  es otro de los temas más oídos, cada vez son más las personas que se adentran en el mundo de la cosmética casera y es por ello que cada vez que hablamos de un producto les ronde por su cabeza el hecho de si hacerlo en casa será buena idea o si por el contrario no lo será.

Antes de seguir os voy a dejar por aquí las cinco formas naturales más viables de lavarte la cara, si os interesa el mundo de la cosmética natural os lo recomiendo enormemente: 5 formas naturales de limpiarte la cara.

Lo primero que os diré es que la cosmética casera siempre es buena idea y partiendo de esa base hacer un limpiador facial casero en casa es genial, ya que además de tener cientos de beneficios para la sostenibilidad del planeta (algo por lo que debemos luchar incansablemente), también lo es para nuestra propia salud, por el hecho de conocer a la perfección los ingredientes que estamos usando y elegirlos nosotros.

Además, tengo por aquí un artículo que os dejará con la boca abierta, donde os hablo extendidamente sobre los limpiadores caseros y además os doy varias recetas para que los podáis hacer vosotros mismos en casa, si os interesa os dejo por aquí toda la información: ¿Cómo hacer un limpiador facial casero?

En conclusión

En conclusión

Para terminar con este artículo os recordaré la importancia que tiene lavar nuestro rostro dos veces al día y que adoptemos nuevas formas de pensamiento con respecto a ello, para que así no nos cueste realizarlo y que los resultados sean más óptimos si se puede.

Recordad que si nosotros estamos bien interiormente, tenemos más ganas de cuidarnos físicamente y por lo tanto los resultados serán maravillosos y radiantes.

Espero que toda esta información os haya servido de ayuda y que poco a poco vayáis consiguiendo todo eso que siempre habéis deseado.

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