La queratosis actínica describe la presencia de una lesión en la capa externa de la piel causada especialmente por una exposición excesiva a los rayos ultravioleta de la luz solar. Aparecen con mayor frecuencia a partir de los 40 años de edad, aunque en algunas áreas donde el clima suele ser más templado o caluroso durante todo el año puede aparecer en personas más jóvenes, y muchos dermatólogos la consideran como una lesión precancerosa. Te explicamos todo lo que necesitas saber sobre ello.
¿Qué es una queratosis actínica? ¿En qué consiste?
A medida que envejecemos, es común empezar a notar en nuestra piel manchas ásperas y escamosas, sobre todo en la zona de la cara, las manos y los brazos. Estas manchas son conocidas médicamente con el nombre de queratosis actínicas, aunque popular y comúnmente tienden a ser denominadas bajo el nombre de ‘manchas solares’ o ‘manchas propias de la edad’.
Generalmente, este tipo de manchas se suelen desarrollar en áreas de la piel que han sufrido daños por la exposición al sol durante años. Y ocurren cuando unas células de la piel, conocidas con el nombre de queratinocitos, empiezan a crecer de manera anormal, formando manchas descoloridas y escamadas. Estos parches pueden tener un color marrón, gris o rosado. Y suelen aparecer, por tanto, en áreas del cuerpo que han recibido una mayor exposición al sol durante años: cara, cuero cabelludo, cuello, manos y brazos.
Por sí mismas, las queratosis actínicas no son cancerosas pero sí pueden progresar a un tipo de cáncer de piel conocido médicamente como carcinoma de células escamosas, aunque la probabilidad es relativamente baja. Este tipo de cáncer es el segundo tipo más común. De hecho, cuando la queratosis no es tratada, hasta un 10 por ciento puede progresar a cáncer. De ahí que los dermatólogos aconsejen controlar regularmente las manchas.
¿Cuáles son sus causas?
La causa principal es la exposición a largo plazo a la luz solar. Además, cualquier persona tiene un mayor riesgo de desarrollar esta afección si se cumplen algunos de los siguientes factores:
- Tienen una edad mayor de 60 años.
- Tienen la piel clara y los ojos azules.
- Tienen tendencia a quemarse fácilmente cuando toman sol.
- Tienen antecedentes de quemaduras solares en una etapa temprana de la vida.
- Han estado expuestos al sol con bastante frecuencia a lo largo de su vida.
- Tienen el virus del papiloma humano (VPH).
¿Cuáles son sus síntomas?
La queratosis actínica suele empezar con la aparición de un parche de piel grueso, escamoso y con costra. Suele tener un tamaño no superior al de una pequeña goma de borrar, pudiendo existir picazón o ardor en el área afectada.
No obstante, con el paso del tiempo la lesión puede desaparecer, agrandarse, permanecer igual o convertirse en un carcinoma de células escamosas. De hecho, no hay forma de saber qué lesión puede volverse cancerosa. Por ello el médico debe examinar las manchas rápidamente si surge algún cambio, como: endurecimiento de la lesión, inflamación, crece rápidamente, aparece sangre, enrojecimiento o se ulcera.
Por suerte, el carcinoma de células escamosas suele ser fácil de diagnosticar y de tratar en sus primeras etapas, por lo que no debes entrar en pánico si observas cambios en algunas de tus manchas. La clave está en supervisar las manchas y los lunares cada cierto tiempo.
Para diagnosticar la queratosis actínica en muchas ocasiones al especialista solo le basta con mirar la mancha. No obstante, es posible que quiera llevar a cabo una biopsia, especialmente si la mancha le parece sospechosa. Sea como fuere, lo cierto es que la biopsia cutánea es la única forma real de saber si las lesiones han cambiado a cáncer o no.
¿Cómo es el tratamiento de la queratosis actínica?
Una queratosis actínica puede tratarse de las siguientes maneras:
- Excisión: Consiste en cortar la lesión de la piel. Para ello, el médico puede optar por eliminar tejido adicional alrededor de la lesión o debajo de ésta, especialmente si le preocupa que haya podido evolucionar a carcinoma. Dependiendo del tamaño de la incisión, puede requerir la realización o no de puntos.
- Cauterización: La lesión se quema con la ayuda de corriente eléctrica. Cuando se aplica, se matan las células de la piel afectadas.
- Crioterapia: También conocida como criocirugía, es un tipo de tratamiento en el que la zona a tratar es rociada con una solución de criocirugía, habitualmente nitrógeno líquido. Esto congela las células y las mata. Cuando se aplica, se forma una costa en la lesión, que luego caerá pocos días después.
- Medicamentos tópicos: Existen algunos tratamientos tópicos que tienen la capacidad de causar la inflamación y la destrucción de las lesiones a tratar. Uno de los más habituales es el imiquimod.
Otro tratamiento médico habitual es la fototerapia, en el que se aplica una solución sobre la lesión y sobre la zona de la piel afectada. Luego, el área se expone a una intensa luz láser, la cual es capaz de atacar y matar las células.